En tanto la victimización criminal constituye una fuente de stress para la víctima, el estudio de sus consecuencias contribuye no sólo al entendimiento de las dificultades que la víctima experimenta para adaptarse socialmente luego del episodio, sino a la comprensión de sus opiniones y representaciones del mundo social. En particular, un abordaje de dicha temática orientado hacia los pequeños y medianos comerciantes permite explorar qué ocurre cuando el delito sufrido repercute tanto en la esfera de sus relaciones personales, como en la esfera de actividad económica de la víctima. Por tales motivos, esta tesis explora y describe cómo la experiencia de un delito sufrido afecta la vida cotidiana del pequeño y mediano comerciante montevideano. En base a evidencia cualitativa, se propone analizar la naturaleza de las emociones que la persona experimenta, las conductas que lleva a cabo, y los conceptos o imágenes que se ha formado sobre su realidad circundante a raíz del episodio victimizante. Asimismo, se intentará dilucidar qué relación guardan éstos con el género, la edad, el tipo de delito y el número de victimizaciones sufridas por el comerciante, así como la influencia de elementos relacionados con el contexto ecológico del comercio. Con el fin de identificar qué elementos corresponden a la experiencia de victimización, se lleva a cabo una comparación entre el discurso de comerciantes que han sido víctimas y comerciantes que no han sufrido delito alguno en su local de trabajo. La selección de los casos se efectuó en dos áreas geográficas de la ciudad de Montevideo: una que nuclea a los barrios de mayor nivel socioeconómico, y otra que comprende barrios de menor nivel.