Cuerpo y gimnasio : entre el gobierno de sí y la tiránica ilusión del espejo
Supervisor(es): Bayce, Rafael
Resumen:
Su objetivo es comprender las significaciones que los sujetos adjudican a sus cuerpos y a la práctica de “moldearlos” en el gimnasio. Tomando el cuerpo —también— como un producto social, reflexiona acerca de los usos de los espacios y los objetos en el gimnasio, incorporando la dimensión de los valores institucionalmente vigentes, y no solo los de los sujetos individuales. El diseño de investigación abarca tres gimnasios escogidos en función de su tamaño, ubicación y público. La metodología comprende tres meses de observación participante, treinta y cinco entrevistas y dos grupos de discusión. Un cuerpo trabajado representa un uso moralmente correcto del tiempo; mientras quienes no van al gimnasio ocupan su tiempo libre “improductivamente”, lo que es éticamente criticable según el imaginario cultural actual. Por otro lado, las normas y valores que sostienen el cuidado del cuerpo se erigen como pautas morales que guían la conducta del sujeto, generando culpa en quienes las infringen. “Ni muy muy ni tan tan”: ir al gimnasio es la búsqueda interminable de un cuerpo moderado y armonioso. A su vez, el carácter adictivo del entrenamiento puede volverlo descontrolado y excesivo. Los gym-goers son equilibristas del “estar bien”; entre el gobierno de sí mismos y la ilusión narcisista del espejo.
2015 | |
CULTURA CUERPO HUMANO |
|
Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
http://hdl.handle.net/20.500.12008/10023 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0) |
Sumario: | Su objetivo es comprender las significaciones que los sujetos adjudican a sus cuerpos y a la práctica de “moldearlos” en el gimnasio. Tomando el cuerpo —también— como un producto social, reflexiona acerca de los usos de los espacios y los objetos en el gimnasio, incorporando la dimensión de los valores institucionalmente vigentes, y no solo los de los sujetos individuales. El diseño de investigación abarca tres gimnasios escogidos en función de su tamaño, ubicación y público. La metodología comprende tres meses de observación participante, treinta y cinco entrevistas y dos grupos de discusión. Un cuerpo trabajado representa un uso moralmente correcto del tiempo; mientras quienes no van al gimnasio ocupan su tiempo libre “improductivamente”, lo que es éticamente criticable según el imaginario cultural actual. Por otro lado, las normas y valores que sostienen el cuidado del cuerpo se erigen como pautas morales que guían la conducta del sujeto, generando culpa en quienes las infringen. “Ni muy muy ni tan tan”: ir al gimnasio es la búsqueda interminable de un cuerpo moderado y armonioso. A su vez, el carácter adictivo del entrenamiento puede volverlo descontrolado y excesivo. Los gym-goers son equilibristas del “estar bien”; entre el gobierno de sí mismos y la ilusión narcisista del espejo. |
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