Este trabajo de Tesis busca conocer y problematizar los sentidos que toma el concepto de inclusión educativa asociada a la discapacidad en Primera Infancia a partir del análisis de las políticas educativas y su institucionalidad en Uruguay desde la mirada de los actores educativos. En el marco del paradigma de derechos humanos, se realiza una aproximación histórica al derecho a la educación como parte de un proceso que acompaña la construcción del niño como sujeto de derecho, partiendo de la normativa internacional y nacional, fundamentalmente la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Ley de Educación No18437 de 2008. Se analizan las condiciones de emergencia de la inclusión educativa asociada a la discapacidad como un problema para la educación, donde conviven diferentes paradigmas para su abordaje. Estos paradigmas, que coexisten y se muestran en pugna se plasman en prácticas concretas que se producen en los espacios institucionales por parte de los actores educativos, que a partir de sus discursos dan cuenta de los diversos sentidos y significaciones que puede tomar el problema en las realidades institucionales concretas. Este estudio realizado en Centros CAIF, Centros Infantiles de INAU y Jardines de Infantes de ANEP de la ciudad de Montevideo, como parte de la oferta pública para la Primera Infancia, nos permite reconocer una diversidad de instituciones intervinientes con distintas lógicas y recorridos históricos, donde se identifican diferentes condiciones de tipo contextuales, organizacionales e individuales, con consecuencias y estrategias diferentes para los procesos de inclusión educativa asociada a la discapacidad. La perspectiva metodológica buscó poder dejar emerger durante el proceso estos sentidos a partir del discurso de los actores, posibilitando identificar categorías de análisis, procesos y tipologías a partir de los datos. En cuanto a los hallazgos de la investigación, se confirma que este problema no encuentra a nivel del sistema formas colectivamente compartidas de afrontamiento, donde las respuestas desde el propio sistema educativo se asocian actualmente a las condiciones y disponibilidades institucionales, y de los propios actores educativos, confirmando la hipótesis inicial de trabajo, ya que esta situación daría lugar a una individualización del problema a nivel de las familias, dependiendo de la capacidad de las mismas para su gestión. Esta realidad, que en principio podría ser entendida como un problema de implementación de la política educativa y organización institucional, muestra que la propia definición y sentidos que el problema de la inclusión educativa asociada a la discapacidad asume, interpela una discusión más amplia a nivel de todos los actores, donde hay que tener presente que se trata de cambios profundos que cuestionan las posibilidades y límites de una política, y que pueden partir de una discusión y posicionamiento ético y filosófico sobre el lugar de esos otros llamados ¨diferentes¨ en la educación común.