La investigación se propuso contribuir al conocimiento del mercado de trabajo y de los espacios ocupacionales de los trabajadores sociales en el Uruguay de la última década, en sus interconexiones con las transformaciones societales del capitalismo tardío. Se parte de analizar la crisis del capital evidenciada a partir de la década de 1970 y la consiguiente reestructuración productiva, los cambios en el Estado y su impacto en el mundo del trabajo y en las políticas sociales, para comprender sus repercusiones en el ámbito profesional del Trabajo Social en el Uruguay. Se analizan las condiciones de trabajo de los trabajadores sociales y su incidencia en sus condiciones de vida, así como en el desarrollo y contenidos de la actividad profesional. El trabajo que llevan adelante los trabajadores sociales (considerado como trabajo abstracto y concreto) conforma una especialización del trabajo colectivo, un trabajo complejo con un fuerte componente intelectual, donde la acción sobre las expresiones de la cuestión social y con los sujetos afectados negativamente por ella, indica ser el ámbito privilegiado en que se desarrollan sus espacios ocupacionales. Desde la perspectiva histórico-dialéctica en que se sustenta esta investigación se estudia el ejercicio profesional como trabajo asalariado y se lo reconoce y entiende en sus interrelaciones con los procesos societales que lo redimensionan y contribuyen a la explicación de sus principales desarrollos en la actualidad, en sus límites y posibilidades. Se busca además captar la subjetividad de los trabajadores sociales en términos de sus formas de concebir y representar el ejercicio profesional en las condiciones históricas en que llevan adelante su quehacer. La estrategia metodológica diseñada contempla la utilización de fuentes primarias, secundarias y estrategias cualitativas y cuantitativas, de una manera combinada y complementaria. Se trata de una triangulación metodológica de modo de adquirir un conocimiento más amplio y profundo del objeto de análisis, atendiendo a la compleja articulación de componentes que confluyen y se entrelazan. En términos de resultados y a modo de síntesis, la investigación permite constatar que el mercado laboral de los trabajadores sociales es heterogéneo, segmentado y estratificado, tanto en los niveles salariales como en las jerarquías que ocupan en los organismos en que se insertan como trabajadores. Se registra una ampliación de los puestos de trabajo, así como una diversificación de los espacios ocupacionales, instalándose a su vez la flexibilización y precarización de las condiciones laborales, con afectación de los derechos humanos y sociales de los profesionales. Se afianza el pluriempleo como forma de contrarrestar los bajos salarios y la incertidumbre de los contratos a término, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Se advierte un aumento de la polifuncionalidad e intensificación del trabajo, al mismo tiempo que la imposición de protocolos de actuación, con el riesgo de profundizar procesos de burocratización y desprofesionalización. Se hacen más frágiles las posibilidades de acrecentar la autonomía y legitimidad profesional así como la reflexión y acción colectiva y la proyección socio-política de estos profesionales asalariados