En este estudio se evaluó de forma objetiva el grado de pigmentación de los tarsos oculares y cantos nasales de 1017 animales Hereford de distintas categorías en dos establecimientos (Rivera y Migues), mediante análisis en ImageJ, y se relacionó estadísticamente con las lesiones presentes en las diferentes estructuras del globo ocular y anexos. Se registró para cada animal el número de caravana, su categoría, las lesiones en forma binaria (presencia/ausencia) y a su vez la ubicación de las mismas en dichas estructuras. La pigmentación promedio del total de los animales fue de 56,4%. Según el test X2 de Kruskall–Wallis, la pigmentación no varía significativamente con la categoría, pero las vacas presentaron mayor incidencia de lesiones que los terneros. El porcentaje de animales con lesiones fue de 22,8%. Para hallar la posible relación entre el porcentaje de pigmentación y la ocurrencia de lesiones se efectuó una correlación de Spearman y test de X para toda la muestra, resultando en un coeficiente de -0.14 (p < 0,001), indicando una correlación significativamente diferente de cero, baja y negativa, lo que significa que a mayor grado de pigmentación, menor es la incidencia de lesiones. En cuanto al test de X2, el resultado obtenido fue de 30,6 (4 g.l., p < 0,001), por lo que la pigmentación y la ocurrencia de lesiones no serían variables independientes. En el análisis por categorías se mantiene esta correlación (vacas: coef. corr. -0,18, p < 0,001; terneros: coef. corr. -0,11, p = 0.008). Se realizó distribución porcentual de las lesiones por muestreo y por estructuras afectadas del globo ocular y anexos, observándose mayor presencia de lesiones en Rivera que en Migues (coincidiendo con una mayor exposición a la radiación solar) y, dentro de las estructuras oculares, mayormente en córnea y tarsos (25,2% y 20,2%, respectivamente). Los datos sugieren que a mayor porcentaje de pigmentación de los tarsos y cantos nasales, menor es la incidencia de lesiones oculares. En conclusión, la selección de animales con mayor pigmentación como reproductores parece ser un buen camino para disminuir la incidencia de estas patologías en los rodeos bovinos.