El progreso es Dios
Resumen:
En América Latina se han reavivado las cenizas de varios proyectos de integración. Integración al interior de América Latina, como es el caso más cercano del Mercosur, pero integración también con el norte de América como lo ha hecho México. La integración de México en el Nafta no es un tema distante de América del Sur. Ya Brasil y Argentina están discutiendo seriamente extender la integración del sur hacia el norte. La discusión de la integración tiene hoy su eje hegemónico en lo económico, la integración está pensada básicamente como integración de mercados. Creo, sin embargo, igual de relevante alimentar la discusión de la integración en el plano cultural. Una de las razones para impulsar la integración económica es contrarrestar la regionalización de los polos de desarrollo económico en el mundo. Pero al mismo tiempo el mundo parece encaminarse también hacia una regionalización cultural, hacia la contraposición de modelos civilizatorios estructurados sobre concepciones del mundo muy diferentes entre sí. A pesar de la heterogeneidad de los países latinoamericanos es posible encontrar en las imágenes que los estadounidenses se han formado de América Latina ciertos estereotipos comunes que son recurrentes en el tiempo; ciertamente este texto muestra algunos que no son muy halagüeños. En cualquier caso la intención no es alimentar la historia que da cuenta de los enfrentamientos y disputas entre las dos regiones. En un plano de interpretación bastante general, aunque no por ello menos "real”, sino tal vez al contrario, la intención es mostrar las diferencias entre dos matrices culturales que históricamente no han podido entenderse.
1994 | |
INTEGRACION ECONOMICA IMAGINARIO SOCIAL IDENTIDAD CULTURAL |
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Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
https://hdl.handle.net/20.500.12008/27591 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Derivadas (CC - By-NC-ND 4.0) |
Sumario: | En América Latina se han reavivado las cenizas de varios proyectos de integración. Integración al interior de América Latina, como es el caso más cercano del Mercosur, pero integración también con el norte de América como lo ha hecho México. La integración de México en el Nafta no es un tema distante de América del Sur. Ya Brasil y Argentina están discutiendo seriamente extender la integración del sur hacia el norte. La discusión de la integración tiene hoy su eje hegemónico en lo económico, la integración está pensada básicamente como integración de mercados. Creo, sin embargo, igual de relevante alimentar la discusión de la integración en el plano cultural. Una de las razones para impulsar la integración económica es contrarrestar la regionalización de los polos de desarrollo económico en el mundo. Pero al mismo tiempo el mundo parece encaminarse también hacia una regionalización cultural, hacia la contraposición de modelos civilizatorios estructurados sobre concepciones del mundo muy diferentes entre sí. A pesar de la heterogeneidad de los países latinoamericanos es posible encontrar en las imágenes que los estadounidenses se han formado de América Latina ciertos estereotipos comunes que son recurrentes en el tiempo; ciertamente este texto muestra algunos que no son muy halagüeños. En cualquier caso la intención no es alimentar la historia que da cuenta de los enfrentamientos y disputas entre las dos regiones. En un plano de interpretación bastante general, aunque no por ello menos "real”, sino tal vez al contrario, la intención es mostrar las diferencias entre dos matrices culturales que históricamente no han podido entenderse. |
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