La obesidad, ya sea canina o humana, ha incrementado su prevalencia en los últimos años a pesar de los esfuerzos realizados por combatirla. Teniendo en cuenta la estrecha relación entre los caninos y los humanos, y que los caninos son un reflejo de los hábitos de los humanos, consideramos que el mejorar e incrementar el conocimiento en obesidad canina es un beneficio tanto para la medicina veterinaria como humana. Por otro lado, hoy en día no contamos con un método objetivo para determinar la adiposidad ni sus repercusiones en la clínica diaria. En este sentido, nuestro trabajo busca contribuir al conocimiento de la regulación endócrina de la obesidad canina y su asociación con el ORMD. Para esto, hemos seleccionado 84 caninos provenientes de tutores particulares, a los cuales clasificamos de acuerdo a su condición corporal en normopesos (CC 4-5/9, n=33), sobrepesos (CC 6-7/9, n=28) y obesos (CC 8-9/9, n=23), determinamos la presión arterial y tomamos muestras de sangre y orina para su estudio hematológico, bioquímico (glucemia, triglicéridos, perfil renal, funcional hepático y fracciones del colesterol) y urianálisis. Por otro lado, valoramos determinaciones hormonales como son perfil tiroideo (T4 total, T4 libre, TSH), cortisol basal, insulina, IGF-1, GLP-1, las adipoquinas leptina, adiponectina y resistina y las citoquinas TNF-α e IL-6. A su vez, de los 84 caninos que formaron parte del estudio seleccionamos a los que obtuvieron una CC entre 7 y 9 inclusive y definimos a los positivos a ORMD como los que presentaban 2 o más de las siguientes características: hipertensión arterial (>160 mmHg), hiperglucemia (>100 mg/dL), hipertrigliceridemia (>200 mg/dL) y/o hipercolesterolemia (>300 mg/dL). Posteriormente, comparamos los caninos positivos y negativos en las variables fisiológicas, hematológicas, bioquímicas, de uroanálisis y hormonales descritas anteriormente. Hemos observado que los pacientes obesos presentan alteraciones a nivel fisiológico y del metabolismo glucídico, lipidico, proteico y del funcionamiento renal. Hallamos que los caninos obesos presentan mayor presión arterial sistólica y concentraciones superiores de resistina, glucemia, insulina, índices HOMA, triglicéridos, proteínas totales, globulinas, VLDL-c, leucocitos y neutrófilos. Por otro lado, presentaron menores concentraciones de HDL-c, relación HDL/LDL, creatinina sérica y densidad urinaria. Los pacientes positivos a ORMD resultaron ser un 18% (teniendo en cuenta que el total son 39 caninos con CC entre 7 y 9). En estos pacientes observamos concentraciones superiores de glucemia, triglicéridos, proteínas totales, globulinas, leucocitos, linfocitos absolutos, PAS, HDL-c, LDL-c y relación HDL/LDL. Podemos concluir que la obesidad canina repercute a varios niveles, principalmente en el metabolismo glucídico y lipídico, generándose un estado de resistencia a la insulina e hiperinsulinemia compensatoria, lo que permite que los caninos mantengan los valores de glucemia dentro de los rangos de referencia. Por otro lado, observamos que el 18% de los caninos obesos presenta ORMD, el cual se asocia a parámetros hematológicos y bioquímicos, principalmente a un aumento de linfocitos absolutos y alteración en las fracciones del colesterol.