La mayor parta de las funciones de la zona orofacial requieren la actividad lingual, ya sea para asegurar la supervivencia o para establecer un contacto con el mundo exterior. La lengua participa permanentemente en el equilibrio neuromuscular de esta región. Si hay equilibrio entre los diferentes grupos musculares en el transcurso del crecimiento, el desarrollo será armonioso, en cambio todo desequilibrio repercutirá sobre la morfogénesis. Si e¡ equilibrio no es restablecido, los componentes perturbados continúan a lo largo de toda la vida, induciendo diversas patologías del sistema estomatognático (desplazamientos dentarios, síndrome algio-disfuncional, etc.). En particular el comportamiento lingual juega un rol determinante sobre la posición de los dientes. Es por consiguiente, tratando de no perder de vista esta relación de causa y efecto entre comportamientos y dismorfosis, que el autor propone un estudio de las diferentes funciones orofaciales y de la participación lingual en esas funciones. Un mejor conocimiento de la fisiología y de la patología de la funcionalidad que de ello resultan, debería permitir la mejor comprensión y el mejor tratamiento de las dismorfosis.