Calidad fisiológica de semillas de canola (Brassica napus L.) y su relación con el comportamiento del cultivo a campo

Rochón Schenck, Franco Javier

Supervisor(es): González, Silvana

Resumen:

Uno de los principales problemas que presenta el cultivo de canola (Brassica napus L.) a nivel nacional es la baja eficiencia de implantación, especialmente cuando se retrasa la época de siembra. Lo cual, entre otros factores, depende de la utilización de semilla de alto potencial fisiológico. Los resultados de la prueba de germinación estándar se pueden utilizar para predecir la densidad de plantas a nivel de campo cuando las condiciones de siembra son favorables. Pero la prueba es incapaz de detectar diferencias en la performance a campo, bajo condiciones sub-óptimas, entre lotes de semillas con alta germinación. Los objetivos de este trabajo fueron evaluar la germinación y diferentes métodos de estimación de vigor de semillas de canola y estudiar su relación con el comportamiento a campo del cultivo, en dos fechas de siembra. Para ello se realizaron estudios de laboratorio y campo en la estación experimental del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), La Estanzuela, en Colonia, Uruguay, entre marzo y diciembre de 2019. Se trabajó con cinco lotes de semillas, a los cuales se les determinó la germinación, el peso de mil semillas y el vigor (mediante la prueba de emergencia de radícula, prueba de frío y prueba topográfica por tetrazolio). Los lotes fueron sembrados a campo en dos fechas de siembra, mayo y junio. El diseño del experimento fue en bloques completos al azar con 6 repeticiones para cada fecha de siembra. A partir de los 7 días post-emergencia (7 DPE), con una frecuencia semanal, hasta los 49 días post-emergencia se realizaron determinaciones de densidad de plantas, cobertura de la canopia e índice verde normalizado, para cada lote de semillas y fecha de siembra. También se determinaron la biomasa sobre altura de corte, rendimiento de grano y peso de mil granos. Las medias de los resultados de las diferentes pruebas evaluadas en laboratorio fueron clasificadas según mínima diferencia significativa (Test MDS de Fisher, alfa = 0,05). Además, se calcularon los coeficientes de correlación de Spearman entre dichas variables. Las variables de campo se estudiaron mediante modelos lineales generales y mixtos, con posterior análisis de varianza y test de comparación de media (Test MDS de Fisher, alfa = 0,05). Se realizó análisis de regresión lineal entre las variables de laboratorio y de campo para obtener el coeficiente de determinación (R2). Por último, se estudió la correlación entre las variables de campo, mediante la correlación de Pearson o Spearman, dependiendo de la normalidad de cada variable. Los resultados fueron analizados en el software estadístico InfoStat. El peso de mil semillas no fue un buen indicador de germinación y vigor de los distintos lotes de semillas. En cuanto a las pruebas de vigor, la prueba de emergencia de radícula fue el método más sensible para detectar diferencias de vigor entre lotes de germinación similar, seguida por las pruebas de frío. La prueba topográfica por tetrazolio no permitió establecer diferencias significativas de vigor entre los distintos lotes de semillas. Estudios futuros deberían establecer el procedimiento para evaluar el vigor en semillas de canola. La densidad de plantas a los 7 DPE, 14 DPE y durante todo el período de evaluación fue mayor para la fecha de siembra de mayo que para la de junio. Además, se observó que un conteo de plántulas a los 7 DPE podría ser buen indicador de la cantidad de plantas que presentará en cultivo durante su desarrollo. Si bien el vigor de los lotes no tuvo efecto significativo sobre la densidad de las plantas durante todo el ciclo del cultivo, los lotes de mayor vigor presentaron mayor cobertura de la canopia a los 14 DPE (3 % y 2,6 %), con respecto a los lotes de menor vigor (2,5 % y 2,3 %). Esto es de gran importancia para generar una rápida competencia entre el cultivo y las malezas por los recursos disponibles. Si se considera todo el período de evaluación, el índice verde normalizado fue mayor para la fecha de siembra de mayo (0,54) que para la de junio (0,45), esto se tradujo en un mayor rendimiento de grano y biomasa sobre altura de corte. Estos resultados demuestran la importancia de las condiciones climáticas, principalmente precipitaciones, temperatura y heladas sobre la implantación y desarrollo del cultivo de canola. En cuanto a la correlación entre las variables de laboratorio y campo se dieron pocas relaciones significativas, siendo la mayoría de estas en la fecha de siembra de junio, cuando se dieron las condiciones climáticas más estresantes para el cultivo. Esto demuestra que la implantación y el desarrollo del cultivo dependen de muchos factores. Para el rango de densidad de plantas obtenido en este estudio (55 a 81 plantas/m2), no se observaron asociaciones significativas entre las variables evaluadas durante el crecimiento y desarrollo del cultivo (pre-cosecha) con las variables de productividad del cultivo (postcosecha), esto podría estar asociado a la plasticidad de este. No obstante, el índice verde normalizado a los 14 DPE presentó asociación positiva con la biomasa sobre la altura de corte y el rendimiento en grano, por lo cual, podría ser utilizado en conjunto con otros factores dentro de un modelo para predecir dichas características. El rendimiento en grano solo dependió de la fecha de siembra.


Detalles Bibliográficos
2021
Brassica napus L.
Canola
Lotes de semilla
Prueba estándar de germinación
Pruebas de vigor
Densidad de plantas
Fecha de siembra
SEMILLAS
CULTIVO
Español
Universidad de la República
COLIBRI
https://hdl.handle.net/20.500.12008/39888
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Derivadas (CC - By-NC-ND 4.0)
Resumen:
Sumario:Uno de los principales problemas que presenta el cultivo de canola (Brassica napus L.) a nivel nacional es la baja eficiencia de implantación, especialmente cuando se retrasa la época de siembra. Lo cual, entre otros factores, depende de la utilización de semilla de alto potencial fisiológico. Los resultados de la prueba de germinación estándar se pueden utilizar para predecir la densidad de plantas a nivel de campo cuando las condiciones de siembra son favorables. Pero la prueba es incapaz de detectar diferencias en la performance a campo, bajo condiciones sub-óptimas, entre lotes de semillas con alta germinación. Los objetivos de este trabajo fueron evaluar la germinación y diferentes métodos de estimación de vigor de semillas de canola y estudiar su relación con el comportamiento a campo del cultivo, en dos fechas de siembra. Para ello se realizaron estudios de laboratorio y campo en la estación experimental del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), La Estanzuela, en Colonia, Uruguay, entre marzo y diciembre de 2019. Se trabajó con cinco lotes de semillas, a los cuales se les determinó la germinación, el peso de mil semillas y el vigor (mediante la prueba de emergencia de radícula, prueba de frío y prueba topográfica por tetrazolio). Los lotes fueron sembrados a campo en dos fechas de siembra, mayo y junio. El diseño del experimento fue en bloques completos al azar con 6 repeticiones para cada fecha de siembra. A partir de los 7 días post-emergencia (7 DPE), con una frecuencia semanal, hasta los 49 días post-emergencia se realizaron determinaciones de densidad de plantas, cobertura de la canopia e índice verde normalizado, para cada lote de semillas y fecha de siembra. También se determinaron la biomasa sobre altura de corte, rendimiento de grano y peso de mil granos. Las medias de los resultados de las diferentes pruebas evaluadas en laboratorio fueron clasificadas según mínima diferencia significativa (Test MDS de Fisher, alfa = 0,05). Además, se calcularon los coeficientes de correlación de Spearman entre dichas variables. Las variables de campo se estudiaron mediante modelos lineales generales y mixtos, con posterior análisis de varianza y test de comparación de media (Test MDS de Fisher, alfa = 0,05). Se realizó análisis de regresión lineal entre las variables de laboratorio y de campo para obtener el coeficiente de determinación (R2). Por último, se estudió la correlación entre las variables de campo, mediante la correlación de Pearson o Spearman, dependiendo de la normalidad de cada variable. Los resultados fueron analizados en el software estadístico InfoStat. El peso de mil semillas no fue un buen indicador de germinación y vigor de los distintos lotes de semillas. En cuanto a las pruebas de vigor, la prueba de emergencia de radícula fue el método más sensible para detectar diferencias de vigor entre lotes de germinación similar, seguida por las pruebas de frío. La prueba topográfica por tetrazolio no permitió establecer diferencias significativas de vigor entre los distintos lotes de semillas. Estudios futuros deberían establecer el procedimiento para evaluar el vigor en semillas de canola. La densidad de plantas a los 7 DPE, 14 DPE y durante todo el período de evaluación fue mayor para la fecha de siembra de mayo que para la de junio. Además, se observó que un conteo de plántulas a los 7 DPE podría ser buen indicador de la cantidad de plantas que presentará en cultivo durante su desarrollo. Si bien el vigor de los lotes no tuvo efecto significativo sobre la densidad de las plantas durante todo el ciclo del cultivo, los lotes de mayor vigor presentaron mayor cobertura de la canopia a los 14 DPE (3 % y 2,6 %), con respecto a los lotes de menor vigor (2,5 % y 2,3 %). Esto es de gran importancia para generar una rápida competencia entre el cultivo y las malezas por los recursos disponibles. Si se considera todo el período de evaluación, el índice verde normalizado fue mayor para la fecha de siembra de mayo (0,54) que para la de junio (0,45), esto se tradujo en un mayor rendimiento de grano y biomasa sobre altura de corte. Estos resultados demuestran la importancia de las condiciones climáticas, principalmente precipitaciones, temperatura y heladas sobre la implantación y desarrollo del cultivo de canola. En cuanto a la correlación entre las variables de laboratorio y campo se dieron pocas relaciones significativas, siendo la mayoría de estas en la fecha de siembra de junio, cuando se dieron las condiciones climáticas más estresantes para el cultivo. Esto demuestra que la implantación y el desarrollo del cultivo dependen de muchos factores. Para el rango de densidad de plantas obtenido en este estudio (55 a 81 plantas/m2), no se observaron asociaciones significativas entre las variables evaluadas durante el crecimiento y desarrollo del cultivo (pre-cosecha) con las variables de productividad del cultivo (postcosecha), esto podría estar asociado a la plasticidad de este. No obstante, el índice verde normalizado a los 14 DPE presentó asociación positiva con la biomasa sobre la altura de corte y el rendimiento en grano, por lo cual, podría ser utilizado en conjunto con otros factores dentro de un modelo para predecir dichas características. El rendimiento en grano solo dependió de la fecha de siembra.