Este artículo se introduce en la temática de la participación en políticas sociales, particularmente en la cogestión de los servicios sociales por parte de agentes del Estado y de la sociedad civil, y dentro de ésta especialmente en las asociaciones vecinales de carácter local. Se detiene a su vez en el impacto que estos programas participativos generan en las expresiones organizativas locales involucradas. Transita -en su intencionalidad de problematizar estas propuestas y experiencias- por las argumentaciones a favor del incremento de la participación relativamente directa, así como de los límites que la participación en sí misma encierra en los contextos actuales, considerando aspectos socioeconómicos, políticos, culturales y operativos. Se abordan además los argumentos que propugnan el aumento del aporte de la sociedad civil en el desarrollo de las políticas sociales, poniéndose en cuestión algunos de los discursos más frecuentes en torno de esta temática. Todo ello sin pretender "satanizar" dichos programas y servicios "participativos", atendiendo a las contradicciones que los surcan y considerando las posibilidades que se abren con la articulación público privado para hacer efectiva la atención de distintas necesidades de la población.