Efectos de la eutrofización en el zoobentos de un sistema lagunar costero (L. Rocha, Uruguay) mediante el uso de mesocosmos

Arocena, Rafael

Supervisor(es): Rodrigues Capítulo, Alberto - Prat, Narcis

Resumen:

El potencial turístico de la costa atlántica de Uruguay entraña un riesgo de contaminación y eutrofización de sus lagunas costeras. La laguna de Rocha sería de las más amenazadas por el grado de ocupación de su cuenca y fácil acceso. Actualmente no muestra signos importantes de alteración, lo que permite realizar estudios en condiciones casi naturales, anticipando los efectos de una eutrofización hipotética. La laguna no presenta asentamientos humanos en sus márgenes, pero sí sus principales afluentes. Los arroyos Rocha y La Paloma reciben respectivamente el saneamiento de una ciudad, y los efluentes de una procesadora de pescado, mientras Las Conchas drena áreas suburbanas. En cada arroyo se tomaron muestras estacionales de agua, sedimentos y zoobentos, en un sitio de control, otro de impacto, y un tercero cerca de cada desembocadura en la laguna para determinar la influencia de los aportes fluviales en la misma. Si bien el bentos está dominado por oligoquetos tubifícidos en sitios donde el pH, oxígeno, PO4 y NH4, muestran cierta contaminación orgánica, factores naturales como la granulometría y el gradiente salino serían más importantes para la composición de esta comunidad. Las estaciones cercanas a las desembocaduras, con conductividad más alta que aguas arriba, presentaron una fauna similar entre sí y a la del norte de la laguna. En el resto de las estaciones, los organismos más frecuentes y abundantes fueron los quironómidos (Polypedilum, Chironomus y Tanytarsus), seguidos de efemerópteros y coleópteros en las estaciones de control, y de abundantes oligoquetos, principalmente Aulodrilus, en las de impacto de los arroyos Rocha y La Paloma. El número de taxa (2 - 12) y la diversidad (media 1.3) son naturalmente bajas en estos arroyos de sustrato fino y homogéneo. Sólo en verano la diversidad fue significativamente menor en las estaciones de impacto. Sin embargo, la contaminación no se traduce en aportes a la laguna, destacándose el papel del monte ripario en el arroyo Rocha. Los factores ambientales, especialmente el viento, poca profundidad (media 0.5 m), hidrología y la barra arenosa que separa periódicamente la laguna del océano Atlántico, determinan las características fisico-químicas del agua y hacen poco relevante los componentes biológicos en la organización del ecosistema. Para el estudio de la eutrofización en la laguna, se instalaron varios mesocosmos en su parte norte. En ese sitio el mayor alcance del viento corresponde a los vientos fuertes del S, con los que la resuspensión del sedimento sería máxima. Pero la altura máxima de las olas estaría limitada por la velocidad del viento, antes que por su dirección. El oxígeno, en general próximo a su saturación, muestra una escasa dependencia de los procesos biológicos. La conductividad del agua presenta importantes variaciones (0.1 - 19 mS cm-1) al igual que los sólidos suspendidos, con los que guarda una correlación inversa. También los nutrientes presentan una alta variabilidad debido a la dinámica cambiante de la laguna. Los mesocosmos, adaptados a los fuertes vientos y alta variabilidad del nivel del agua dominantes en el lugar, constan de una estructura de sostén conformada por cilindros de malla de hierro (15 x 15 cm) de 1.7 m de alto y 2.26 m de diámetro. Se instalaron dos grupos de tres cilindros, los que se mantuvieron en buenas condiciones por más de dos años. Se ensayaron paredes de polietileno (200 μm), nylon térmico (80 - 120 μm), fibra de vidrio y chapa de hierro galvanizado. Estas resultaron ser las más resistentes. También se ensayó un sistema movido por el viento para mezclar el agua, pero fue desechado por desarrollar velocidades excesivas y resultar innecesario. El comportamiento de las variables abióticas del agua en los distintos limnocorrales, en general similar a la laguna, los valida como sistemas experimentales para estudios a corto y mediano plazo. Los experimentos a muy corto plazo, en cambio, pueden verse afectados por el efecto del confinamiento del agua y su respuesta tardía o incompleta a los cambios externos. El deterioro que con el tiempo sufren los corrales en estos ambientes dominados por fuertes eventos físicos, los tornan inviables para experimentos a largo plazo, de más de un año.El análisis del fitoplancton mostró una escasa incidencia de los corrales en la composición de la comunidad. Tampoco el sedimento ni el zoobentos presentaron diferencias entre los corrales, los que mostraron una alta homogeneidad. En cambio, el zooplancton desarrolló ciertas divergencias entre sitios con el paso del tiempo, tal vez debido a su mayor movilidad. Una vez validados los limnocorrales, se procedió a la fertilización mensual de uno de ellos en 3 ocasiones, con una mezcla de nutrientes simulando las aguas de saneamiento urbano. Un segundo corral se mantuvo como control. La fertilización no tuvo ningún efecto en el oxígeno, pH, conductividad y sólidos suspendidos a lo largo de los 5 meses que duró el experimento. Promediando dicho período se produjo una fuerte crecida que igualó las condiciones en los dos corrales y la laguna, lo que permitió conocer el efecto de estas perturbaciones físicas sobre corrales fertilizados. Antes de la perturbación el corral tratado mostró un fuerte incremento del fósforo total, principalmente debido al PO4, así como una disminución de la relación N:P. En cambio, no se registraron efectos en el sedimento, pero el zoobentos aumentó su abundancia y pasó de estar dominado por el poliqueto Nephtys fluviatilis, a estarlo por Chironomus. Si bien el efecto de la fertilización en el zoobentos es notorio, no se mantiene más allá de pocos meses gracias a la gran capacidad de autodepuración de la laguna, debida a la prevalencia de las fuerzas físicas como las crecidas y el régimen de apertura de la barra. Actualmente la eutrofización no es un problema y probablemente no lo sea en el futuro, siempre y cuando no sean alterados los procesos físicos dominantes mediante intervenciones en los afluentes o en la barra, o mientras los aportes de nutrientes no se produzcan en forma masiva.


Detalles Bibliográficos
2000
LIMNOLOGIA
LAGUNAS COSTERAS
ZOOBENTOS
CONTAMINACION DEL AGUA
EUTROFIZACION
Español
Universidad de la República
COLIBRI
https://hdl.handle.net/20.500.12008/44490
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Derivadas (CC - By-NC-ND 4.0)
Resumen:
Sumario:El potencial turístico de la costa atlántica de Uruguay entraña un riesgo de contaminación y eutrofización de sus lagunas costeras. La laguna de Rocha sería de las más amenazadas por el grado de ocupación de su cuenca y fácil acceso. Actualmente no muestra signos importantes de alteración, lo que permite realizar estudios en condiciones casi naturales, anticipando los efectos de una eutrofización hipotética. La laguna no presenta asentamientos humanos en sus márgenes, pero sí sus principales afluentes. Los arroyos Rocha y La Paloma reciben respectivamente el saneamiento de una ciudad, y los efluentes de una procesadora de pescado, mientras Las Conchas drena áreas suburbanas. En cada arroyo se tomaron muestras estacionales de agua, sedimentos y zoobentos, en un sitio de control, otro de impacto, y un tercero cerca de cada desembocadura en la laguna para determinar la influencia de los aportes fluviales en la misma. Si bien el bentos está dominado por oligoquetos tubifícidos en sitios donde el pH, oxígeno, PO4 y NH4, muestran cierta contaminación orgánica, factores naturales como la granulometría y el gradiente salino serían más importantes para la composición de esta comunidad. Las estaciones cercanas a las desembocaduras, con conductividad más alta que aguas arriba, presentaron una fauna similar entre sí y a la del norte de la laguna. En el resto de las estaciones, los organismos más frecuentes y abundantes fueron los quironómidos (Polypedilum, Chironomus y Tanytarsus), seguidos de efemerópteros y coleópteros en las estaciones de control, y de abundantes oligoquetos, principalmente Aulodrilus, en las de impacto de los arroyos Rocha y La Paloma. El número de taxa (2 - 12) y la diversidad (media 1.3) son naturalmente bajas en estos arroyos de sustrato fino y homogéneo. Sólo en verano la diversidad fue significativamente menor en las estaciones de impacto. Sin embargo, la contaminación no se traduce en aportes a la laguna, destacándose el papel del monte ripario en el arroyo Rocha. Los factores ambientales, especialmente el viento, poca profundidad (media 0.5 m), hidrología y la barra arenosa que separa periódicamente la laguna del océano Atlántico, determinan las características fisico-químicas del agua y hacen poco relevante los componentes biológicos en la organización del ecosistema. Para el estudio de la eutrofización en la laguna, se instalaron varios mesocosmos en su parte norte. En ese sitio el mayor alcance del viento corresponde a los vientos fuertes del S, con los que la resuspensión del sedimento sería máxima. Pero la altura máxima de las olas estaría limitada por la velocidad del viento, antes que por su dirección. El oxígeno, en general próximo a su saturación, muestra una escasa dependencia de los procesos biológicos. La conductividad del agua presenta importantes variaciones (0.1 - 19 mS cm-1) al igual que los sólidos suspendidos, con los que guarda una correlación inversa. También los nutrientes presentan una alta variabilidad debido a la dinámica cambiante de la laguna. Los mesocosmos, adaptados a los fuertes vientos y alta variabilidad del nivel del agua dominantes en el lugar, constan de una estructura de sostén conformada por cilindros de malla de hierro (15 x 15 cm) de 1.7 m de alto y 2.26 m de diámetro. Se instalaron dos grupos de tres cilindros, los que se mantuvieron en buenas condiciones por más de dos años. Se ensayaron paredes de polietileno (200 μm), nylon térmico (80 - 120 μm), fibra de vidrio y chapa de hierro galvanizado. Estas resultaron ser las más resistentes. También se ensayó un sistema movido por el viento para mezclar el agua, pero fue desechado por desarrollar velocidades excesivas y resultar innecesario. El comportamiento de las variables abióticas del agua en los distintos limnocorrales, en general similar a la laguna, los valida como sistemas experimentales para estudios a corto y mediano plazo. Los experimentos a muy corto plazo, en cambio, pueden verse afectados por el efecto del confinamiento del agua y su respuesta tardía o incompleta a los cambios externos. El deterioro que con el tiempo sufren los corrales en estos ambientes dominados por fuertes eventos físicos, los tornan inviables para experimentos a largo plazo, de más de un año.El análisis del fitoplancton mostró una escasa incidencia de los corrales en la composición de la comunidad. Tampoco el sedimento ni el zoobentos presentaron diferencias entre los corrales, los que mostraron una alta homogeneidad. En cambio, el zooplancton desarrolló ciertas divergencias entre sitios con el paso del tiempo, tal vez debido a su mayor movilidad. Una vez validados los limnocorrales, se procedió a la fertilización mensual de uno de ellos en 3 ocasiones, con una mezcla de nutrientes simulando las aguas de saneamiento urbano. Un segundo corral se mantuvo como control. La fertilización no tuvo ningún efecto en el oxígeno, pH, conductividad y sólidos suspendidos a lo largo de los 5 meses que duró el experimento. Promediando dicho período se produjo una fuerte crecida que igualó las condiciones en los dos corrales y la laguna, lo que permitió conocer el efecto de estas perturbaciones físicas sobre corrales fertilizados. Antes de la perturbación el corral tratado mostró un fuerte incremento del fósforo total, principalmente debido al PO4, así como una disminución de la relación N:P. En cambio, no se registraron efectos en el sedimento, pero el zoobentos aumentó su abundancia y pasó de estar dominado por el poliqueto Nephtys fluviatilis, a estarlo por Chironomus. Si bien el efecto de la fertilización en el zoobentos es notorio, no se mantiene más allá de pocos meses gracias a la gran capacidad de autodepuración de la laguna, debida a la prevalencia de las fuerzas físicas como las crecidas y el régimen de apertura de la barra. Actualmente la eutrofización no es un problema y probablemente no lo sea en el futuro, siempre y cuando no sean alterados los procesos físicos dominantes mediante intervenciones en los afluentes o en la barra, o mientras los aportes de nutrientes no se produzcan en forma masiva.