El propósito de esta investigación, con sus altas y bajas, con sus bemoles y sus tiempos y destiempos, es comprender cómo se producen o si -de hecho- se producen estructuras de significación a partir de la incorporación de un Sistema Señalético. Especialmente a partir de un programa señalético que incluye dentro de sus objetivos fundantes el operar reforzando estructuras de significación, las cuales son incluidas dentro del proceso de diseño proyectual. El sistema señalético interviene en el territorio desde la importancia de evidenciar sus fronteras, más cuando combina espacios densamente poblados con espacios abiertos que por momentos pueden resultar desolados. La utilización de tótems -en su calidad de elemento claramente reconocible por su disparidad en el entorno- junto con su capacidad de incluir paneles identificativos -cuyo objetivo es anunciar y denominar las fronteras- ayuda a que el público reconozca la esencia del espacio que habita. Podemos señalar que los paneles direccionales dentro del sistema señalético -como estímulos visuales anclados en el territorio- pueden ser asumidos como puentes entre los espacios reconocidos por el sistema. La mera aparición de un lugar direccionado en el tótem significa un destino posible a una distancia abarcable por el usuario. Se establecen así una jerarquización de sitios concretos, destacar ciertos destinos implica necesariamente pasar por alto otros. Los criterios para esta construcción y quiénes toman las decisiones debe estar cristalizado en el proyecto señalético. Las subjetividades creadas a individuos y a formaciones sociales a partir de la incorporación de un destino dentro del proyecto señalético puede interpretarse -dentro del término territorios existenciales a decir de Pedrosian- siempre como una cuestión colectiva y transversal (2016). En tal sentido, cabe preguntarnos si el poder de reconocimiento otorgado al espacio en el momento en el cual se lo denota dentro del sistema señalético es suficiente para incentivar o modificar las formas de habitarlos. Esta idea es reforzada con el hecho de que desde la señalética los objetivos son hacer a los espacios más navegables, comprensibles, memorables, accesibles y en este caso también identitarios. Las características matéricas, visuales y constructivas son planteadas en este proyecto en términos de texturas como el óxido y el hormigón, tramas y bulones como formas de unión. Estos factores son tratados como indicadores, los elementos presentes en el sistema señalético funcionan como mediadores en el cambio de comportamiento y el grado de reconocimiento que puedan tener los usuarios intervienen en la incorporación del sistema señalético en el ecosistema.