Uruguay en democracia : treinta años de evolución económica (1985-2015)
Resumen:
Luego de más de una década de dictadura (junio-1973/febrero-1985), en marzo de 1985 el nuevo gobierno democrático retomó las riendas de la economía uruguaya, que venía de sufrir una profunda crisis que tocó fondo en 1982. A partir de allí se redefinió la política monetaria, fiscal, salarial, y se ingresó con gran esperanza en una nueva senda de crecimiento. Sin embargo, las condiciones internacionales y regionales limitaron enormemente el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica, y se llegó a 1989 con estancamiento del PIB, elevada inflación y déficit fiscal. En esas condiciones, a partir de 1990 un nuevo gobierno de corte neoliberal estableció un plan de estabilización de los precios con ancla cambiaria, flexibilización del mercado laboral y medidas para lograr el equilibrio fiscal. La política de estabilización provocó una fuerte apreciación de la moneda, lo que sumado a la creación del Mercosur y la aplicación de las políticas de Convertibilidad en Argentina y Plan Real en Brasil generó una fuerte dependencia comercial con los países de la región. Luego de la devaluación de Brasil de enero de 1999, la economía uruguaya comenzó a contraerse, y se precipitó hacia otra profunda crisis luego que Argentina abandonara la Convertibilidad en diciembre de 2001. La crisis se agravó debido a la corrida bancaria que se generó y que duró hasta agosto de 2002, cuando un feriado bancario y un cambio en el equipo económico lograron frenarla, con duras medidas de cierre de bancos y congelamiento de depósitos. En consecuencia, las condiciones de vida de los uruguayos se deterioraron rápidamente, con elevado desempleo, fuerte aumento de la pobreza, que obligó a la emigración y a la búsqueda de estrategias de supervivencia. La economía comenzó a crecer en 2003, y en 2005 el nuevo gobierno de izquierda, por primera vez en el poder, realizó reformas estructurales (tributaria, de la seguridad social, de la salud, del mercado laboral, etc.) y con condiciones internacionales favorables retomó el crecimiento que se ha prolongado por más de una década, y propició mejoras en los indicadores sociales y del mercado laboral, aunque en los últimos años aparecieron algunos desequilibrios macroeconómicos, como la inflación por encima del rango-meta y elevado déficit fiscal. Así, en este artículo analizamos el impacto de las diferentes políticas aplicadas y los resultados obtenidos en Uruguay, en el contexto de la cambiante coyuntura internacional y regional.
After more than a decade of dictatorship (June-1973/Feb-1985), in March 1985 the new democratic government takes charge of the Uruguayan economy, which had suffered a deep crisis that bottomed out in 1982. From there the monetary, fiscal, wage policy was redefined, and entered with great hope in a new growth path. However, international and regional conditions greatly limited economic growth and macroeconomic stability, and comes to 1989 with GDP stagnation, high inflation and fiscal deficit. Under these conditions, since 1990 a new neoliberal government established a stabilization plan with exchange rate anchor, labor market flexibility and tried to achieve fiscal balance. The stabilization policies generated a strong currency appreciation, that combined with the Mercosur’s creation and Argentinean convertibility policy and Brazil’s “Plan Real” generated a high regional dependence. After Brazilian devaluation of January 1999, the Uruguayan economy began to shrink, and rushed to another deep crisis after Argentina abandoned convertibility in December 2001. These facts led to a bank run that lasted until August 2002, when a 3-day bank holiday and a change in the economic team managed to stop it, with tough measures: banks closures and deposit freeze. The living conditions of Uruguayans rapidly deteriorated, with high unemployment, sharp increase in poverty, which implied migration and different survival strategies. The economy began to grow in 2003, and in 2005 the left-wing party, for the first time in power, made structural reforms (tax, social security, health, labor market, etc.) and with favorable international conditions, the economic growth continued for more than a decade. At the same time, promoted social and labor market improvements, although in recent years appeared some macroeconomic imbalances, such as inflation above the target range and high fiscal deficit. Thus, in this paper we analyze the impact of different economic policies implemented and the results obtained in Uruguay, in the context of the changing international and regional situation.
2017 | |
Economic policy Economic growth POLITICA ECONOMICA CRECIMIENTO ECONOMICO |
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Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
http://hdl.handle.net/20.500.12008/18994 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC - By-NC-ND) |
Sumario: | Luego de más de una década de dictadura (junio-1973/febrero-1985), en marzo de 1985 el nuevo gobierno democrático retomó las riendas de la economía uruguaya, que venía de sufrir una profunda crisis que tocó fondo en 1982. A partir de allí se redefinió la política monetaria, fiscal, salarial, y se ingresó con gran esperanza en una nueva senda de crecimiento. Sin embargo, las condiciones internacionales y regionales limitaron enormemente el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica, y se llegó a 1989 con estancamiento del PIB, elevada inflación y déficit fiscal. En esas condiciones, a partir de 1990 un nuevo gobierno de corte neoliberal estableció un plan de estabilización de los precios con ancla cambiaria, flexibilización del mercado laboral y medidas para lograr el equilibrio fiscal. La política de estabilización provocó una fuerte apreciación de la moneda, lo que sumado a la creación del Mercosur y la aplicación de las políticas de Convertibilidad en Argentina y Plan Real en Brasil generó una fuerte dependencia comercial con los países de la región. Luego de la devaluación de Brasil de enero de 1999, la economía uruguaya comenzó a contraerse, y se precipitó hacia otra profunda crisis luego que Argentina abandonara la Convertibilidad en diciembre de 2001. La crisis se agravó debido a la corrida bancaria que se generó y que duró hasta agosto de 2002, cuando un feriado bancario y un cambio en el equipo económico lograron frenarla, con duras medidas de cierre de bancos y congelamiento de depósitos. En consecuencia, las condiciones de vida de los uruguayos se deterioraron rápidamente, con elevado desempleo, fuerte aumento de la pobreza, que obligó a la emigración y a la búsqueda de estrategias de supervivencia. La economía comenzó a crecer en 2003, y en 2005 el nuevo gobierno de izquierda, por primera vez en el poder, realizó reformas estructurales (tributaria, de la seguridad social, de la salud, del mercado laboral, etc.) y con condiciones internacionales favorables retomó el crecimiento que se ha prolongado por más de una década, y propició mejoras en los indicadores sociales y del mercado laboral, aunque en los últimos años aparecieron algunos desequilibrios macroeconómicos, como la inflación por encima del rango-meta y elevado déficit fiscal. Así, en este artículo analizamos el impacto de las diferentes políticas aplicadas y los resultados obtenidos en Uruguay, en el contexto de la cambiante coyuntura internacional y regional. |
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