En marzo de 2005 asume por primera vez el gobierno nacional, el Frente Amplio (y vuelve a ganar las dos siguientes elecciones nacionales) en un contexto de grave deterioro económico y social, producto de la crisis del 2002. A partir de esta realidad, una de las primeras medidas implementadas refiere a la política asistencial, entendiendo por esta, acciones orientadas a los pobres en tanto tales. Programas dirigidos a los pobres y alguna institucionalidad encargada de su gestión,existían previamente al año 2005. Pero será bajo el gobierno del Frente Amplio que la política asistencial se amplía, se diversifica y se institucionaliza, lo que es observable en aspectos institucionales y programáticos. El segundo gobierno se desarrolla en otro contexto social y económico, pese a lo cual la política asistencial continua su proceso de institucionalización y expansión. La tesis procurar conocer y analizar los fundamentos políticos que llevaron al FrenteAmplio, en tanto fuerza política de izquierda, a desarrollar e institucionalizar la política asistencial entre 2005 y 2014, y las formas concretas que esta política adoptó. La estrategia metodológica supuso dos grandes líneas de trabajo. El análisis teórico orientado a conceptualizar la política asistencial, dentro de la reflexión sobre el bienestar y la protección social. Por su parte, el análisis empírico es realizado en base al estudio de documentos elaborados por el Frente Amplio como fuerza política y luego en el gobierno nacional. Asimismo,fueron realizadas 19 entrevistas en profundidad a personas que tuvieron cargos de relevancia en la definición y gestión de la política asistencial dentro del período de estudio. El trabajo concluye que el Frente Amplio tiene un amplio convencimiento de la necesidad de desarrollar política asistencial en 2005y eso se fundamenta básicamente en la emergencia social y económica. Pero a medida que se sale de ese contexto y se procesa un reposicionamiento del Estado en la provisión de bienestar (regulación del trabajo y servicios de orientación universal), va perdiendo capacidad de fundamentar y legitimar la política asistencial. Esta parecería volverse tan necesaria como incómoda, en tanto supone una mirada menos optimista sobre los resultados de la gestión del gobierno.