Las abejas, en el proceso de traer recursos para la colonia, están expuestas a intoxicarse, tanto por productos surgidos de la actividad humana como por elementos que se encuentran naturalmente en el ambiente. Hay abundantes registros de intoxicaciones por néctares y pólenes, en todas las regiones donde se practica la apicultura. El Mal del Río es una intoxicación producida por un mielato, que produce una mortalidad masiva de larvas, y las colonias afectadas se van despoblando y mueren. Las colonias afectadas están cerca de cursos de agua importantes, con abundante vegetación asociada, y suele ocurrir entre mediados de noviembre y mediados de febrero relacionado a las secreciones de un insecto (Flátido). Como las secreciones y su abundancia dependen de las poblaciones de insectos, y estas poblaciones pueden fluctuar año a año en una zona determinando la aparición o no del problema, el único manejo que se ha aplicado durante décadas es, ante la aparición de los síntomas a mediados de la primavera, se trasladan las colonias a campos seguros donde en muchos casos revierten el cuadro clínico. Sin embargo, este manejo tiene varias limitantes y riesgos. El presente trabajo estudió la posibilidad de desarrollar manejos a efectos de mantener las colonias viables y productivas en los campos problema. Se utilizaron 48 colonias de abejas, divididas en 5 grupos diseñados de forma de poder evaluar los efectos de periódicamente cosecharlos, aportarles jarabe de sacarosa, aportarles cuadros de abejas por nacer de colmenas sanas, sobre la viabilidad de la cría y la producción de miel. Durante el ensayo, el aporte de jarabe y las cosechas periódicas de la miel depositada no tuvieron efectos significativos sobre la viabilidad de las colonias. El aporte de cría de colmenas sanas mejoró significativamente la producción de miel.