Brassica carinata se encuentra disponible en Uruguay desde 2015. Para el año 2018 la superficie sembrada de Brassica sp. alcanzó las 55000 ha, aumentando en un 4 % más respecto a la zafra anterior, el rendimiento promedio osciló los 1.646 kg ha-¹. Brassica sp. reúne una serie de características que facilitan su inclusión en los sistemas agrícolas. Entre ellas, la flexibilidad en la fecha de siembra, posibilidad de realizar una cosecha temprana, manejo cultural en malezas de difícil control en trigo y cebada, posibilidad de cortar ciclos de enfermedades en gramíneas invernales, rastrojos de fácil manejo, y una mejora física del suelo debido a su raíz pivotante, siendo de esta manera una alternativa valiosa para los cultivos de invierno tradicionales como trigo y cebada, sin embargo, hacen falta conocimientos productivos y/o comerciales para que el cultivo se establezca y aumente el área. El objetivo de este trabajo es evaluar la respuesta de N y S en el cultivo de Brassica carinata y conocer si las herramientas de decisión generadas para Brassica napus son aplicables a este cultivo, para ello se instaló un ensayo durante el invierno de 2018, en el predio comercial “Las Cumbres” ubicado en el departamento de Paysandú. Se aplicaron diferentes dosis de fertilizante tanto para N como para S, fraccionadas a la siembra e inicio de elongación (C1). Durante el desarrollo del cultivo se realizaron 3 determinaciones de biomasa y contenido de N y S: en el estadio fenológico C1, plena floración (F2) y cosecha. Se evaluó el rendimiento en grano y materia grasa, además se estimaron los componentes numéricos del rendimiento. También se calcularon las eficiencias de uso para los nutrientes evaluados y la eficiencia de uso del fertilizante. El rendimiento estuvo fuertemente asociado al número de granos m⁻², siendo el componente numérico que mejor explica los cambios en rendimiento y presentando la mayor variación frente a cambios en la absorción de N y S, mayores rendimientos fueron resultado de mayor número de grano m⁻² lo que a su vez se relacionó a un mayor número de granos por silicua, por otra parte, no se encontró asociación directa entre el rendimiento y peso de grano. Con lo que respecta al índice de cosecha tuvo un coeficiente de variación del 20% con una media de 0,17 muy por debajo de los IC obtenidos en trabajos anteriores, por otra parte, no existió correlación entre el porcentaje de materia grasa y el rendimiento, pero si una relación lineal y positiva entre rendimiento y kg de materia grasa. La eficiencia agronómica (EAUN) mostró una relación negativa con el nivel de nitrógeno disponible. Para el rango analizado en el año del experimento, a medida que el N agregado aumenta, la eficiencia se reduce, teniendo un valor mínimo de 5 kg grano por kg N agregado ha⁻¹. Para alcanzar la condición de N no limitante se debió absorber más de 53 kg N ha⁻¹ y en el caso del azufre la condición de S no limitante se logró al absorber en promedio más de 10 kg S ha⁻¹. La producción de biomasa y el INN mostraron una relación lineal incluso en los niveles máximos de INN obtenidos de 1,2. Fertilizar el cultivo cuando este superó el nivel crítico de INN propuesto para colza no se tradujo en un aumento del rendimiento sino en un descenso del índice de cosecha.