Para contribuir al desarrollo del país, es necesario contar con un adecuado sistema tributario en el que los incentivos fiscales contribuyan a los fines de promover entre otros, la inversión, el empleo y las exportaciones. Luego de varios años de aplicar la Ley de Inversiones y en el escenario de los cambios introducidos por la Ley de Reforma Tributaria, el gobierno detectó que pocas empresas podían acceder a los beneficios del régimen de inversiones específicas. Es así que se estableció una nueva reglamentación del régimen a través del Decreto 455/007 con el fin de subsanar los inconvenientes detectados. El objetivo del trabajo es estudiar los aspectos más significativos de la nueva reglamentación, así como el marco normativo que le diera origen. Por otro lado, analizaremos en menor detalle otros incentivos tributarios relevantes por su contribución al crecimiento de la región, y los efectos de las exoneraciones tributarias concedidas a inversores extranjeros en relación con las medidas tendientes a evitar situaciones de doble imposición internacional. Finalmente, se concluye que la instauración del Decreto 455/007 genera un atractivo clima de inversión que contribuye a lograr los objetivos de política económica perseguidos por el gobierno. Aún así, la magnitud de los beneficios concedidos al inversor hace dudar de su continuidad en el tiempo.