El trabajo se plantea como un estudio sobre el poder, en el que se pretende obtener una aproximación al análisis de cómo se crea un discurso sobre el deseo y su vínculo con la construcción performática de una identidad sexual masculina. Además explora los mecanismos a través de los que la sexualidad, desde su construcción social, es gestionada desde la creación discursiva de verdades que se establecen en nexo con el poder. La historia de la sexualidad está sometida a la regulación continua de flujos en donde no solo quedan gestionadas las prácticas, sino que se establece un control sobre los deseos y los placeres. Desde nuestro análisis entendemos que estas prohibiciones no surgen de un poder represivo, sino que, desde los mandatos socialmente aspectados y asumidos como positivos, naturalizados, que intervienen o contribuyen (sin condicionar) en la construcción de una coherencia sobre el discurso social, asociado a la tricotomía de sexo, género y deseo (Butler; 1999). En base a estas concepciones plantearemos el estudio de la pornografía mainstream, definida como la pornografía de producción y comercialización masiva, que comenzó a difundirse en la década de los 80 ́ y que se caracteriza por enmarcarse en formas narrativas y estéticas particulares. Se analiza la pornografía como un producto cultural, que no influye sobre los consumidores de una forma inmediata. No es que los sujetos vean marcada enteramente todas sus prácticas sexuales, sus deseos, y fantasías a partir de ella, pero sin duda se postula como uno de los flujos que actúan en la influencia del discurso de los sujetos, que ven su vida sexual y su identidad de género atravesada por dicha representación. Dichos discursos se presentan en esta investigación como unidad de análisis central.