Este trabajo fue realizado durante los años 2009 y 2010, y es producto del Taller Central de Investigación correspondiente a la Licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. La propuesta se enmarca en estudios sobre la Violencia, Criminalidad e Inseguridad, y aborda concretamente la problemática que en materia de seguridad viven actualmente los pequeños comerciantes que trabajan en la capital del país. El interés por la experiencia de esta población se produjo por la situación específica que padecen: alta exposición a la modalidad delictiva más significativa (rapiña); alta demanda de seguridad privada; y alta dependencia hacia la Policía. Consideramos pertinente abordar la perspectiva del actor y desentrañar las múltiples dimensiones que complejizan su vida cotidiana, a fin de explorar la manera en la que pequeño comerciante piensa y actúa su seguridad. En líneas generales, los resultados obtenidos demuestran el alto riesgo objetivo de victimización que padece el pequeño comerciante, y descubre que esta situación se agrava cuando razones económicas lo excluyen de los servicios de seguridad privada más efectivos. Asimismo, pudimos constatar que los comerciantes cuestionan fuertemente a la institución policial, y consideran insuficiente su servicio. Esta realidad, cargada de fuertes sentimientos de miedo e inseguridad, genera el establecimiento de múltiples mecanismos informales de vigilancia y control: porte de armas blancas y/o de fuego; despacho tras rejas part time/full time; pernoctar en el comercio; guardia comunitaria; etc. Este conjunto de acciones constituyen lo que denominamos "alternativas de seguridad", las cuales están determinadas por múltiples factores, fundamentalmente por tres: contexto en el cual este ubicado el comercio; opinión sobre la Policía; perspectiva acerca de la seguridad privada. Es interesante considerar que las alternativas se gestionan de modo particular y específica, en la medida que recae fuertemente en la experiencia del comerciante, tensionando moralidades diversas y ejecutando diferentes cargas de racionalidad, tanto en el manejo de los recursos como en la toma de decisiones. Por último, cabe mencionar que, dado las características del objeto de estudio, la metodología utilizada se enmarcó dentro del paradigma cualitativo de investigación, siendo la técnica utilizada la denominada entrevista en profundidad. Estratégicamente, y a fin de asegurar un estudio en contextos desiguales, se realizaron entrevistas a pequeños comerciantes instalados en dos zonas socioeconómicamente distintas: zona baja y alta media de Montevideo. En ambos territorios, se seleccionaron tres de los barrios más representativos, y se entrevistó al menos dos comerciantes en cada uno de ellos. En total, durante el trabajo de campo se logró un total de catorce entrevistas.