Esta ponencia tiene por objeto analizar la relación entre trabajo y protección social, en la sociedad brasileña, en los tiempos actuales. En Brasil, la construcción del Estado se realizó a través de una base social fundado en el patrimonialismo, resultando en un orden social organizada desde el acceso o no a la tierra. Con esto, el trabajo se ha visto siempre en un sentido negativo, y su condición social se establece a través de una división social que ha definido, por un lado, el estado de derecho al disfrute del trabajo ajeno (privilegio de familias patrimoniales) y por el otro, la condición de la obligación de trabajar (propia quienes fueron privados de patrimonio). Estas características han persistido en el capitalismo, con consecuencias en el ámbito de la protección social. Los mecanismos de protección social en la República, ha institucionalizado por la exclusividad (privilegio de determinadas actividades y sectores sociales) y el trabajo como una obligación y no derecho social. Con la reconfiguración social, político y económico observado en las últimas décadas, los trabajadores estaban sometidos a un proceso de flexibilidad que alcanzó el trabajo y por extensión, el ya de por sí frágil sistema de protección social.