Hiperadrenocorticismo en felinos
Supervisor(es): Sala, Teresa
Resumen:
El hiperadrenocorticismo no se presenta con frecuencia en el felino, existiendo menos de 100 casos reportados hasta el presente. En esta especie, al igual que en el canino, está dado por un exceso en la producción de glucocorticoides. El origen de la enfermedad puede deberse a patologías dependientes de la glándula pituitaria (HDH) o tumores adrenales primarios (TAF). El hiperadrenocorticismo iatrogénico es muy raro en gatos, debido a que el felino ha mostrado una gran resistencia al uso de glucocorticoides exógenos. En el 80 por ciento de los felinos la patología se origina a partir de un tumor pituitario secretante de corticotropina (ACTH) y el 20 por ciento restante de un tumor adrenocortical funcionante (TAF). Tanto el diagnóstico como el tratamiento de esta enfermedad representa un desafío para el clínico. Los métodos diagnósticos son onerosos y no han resultado tan fidedignos como en la especie canina. De la misma manera el tratamiento médico no ha demostrado ser eficaz en un porcentaje significativo de pacientes.
2008 | |
GATOS ENFERMEDADES ENDOCRINAS TERAPIA DIAGNOSTICO SINDROME DE CUSHING |
|
Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
http://hdl.handle.net/20.500.12008/19216 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0) |
Sumario: | El hiperadrenocorticismo no se presenta con frecuencia en el felino, existiendo menos de 100 casos reportados hasta el presente. En esta especie, al igual que en el canino, está dado por un exceso en la producción de glucocorticoides. El origen de la enfermedad puede deberse a patologías dependientes de la glándula pituitaria (HDH) o tumores adrenales primarios (TAF). El hiperadrenocorticismo iatrogénico es muy raro en gatos, debido a que el felino ha mostrado una gran resistencia al uso de glucocorticoides exógenos. En el 80 por ciento de los felinos la patología se origina a partir de un tumor pituitario secretante de corticotropina (ACTH) y el 20 por ciento restante de un tumor adrenocortical funcionante (TAF). Tanto el diagnóstico como el tratamiento de esta enfermedad representa un desafío para el clínico. Los métodos diagnósticos son onerosos y no han resultado tan fidedignos como en la especie canina. De la misma manera el tratamiento médico no ha demostrado ser eficaz en un porcentaje significativo de pacientes. |
---|