Este trabajo describe las emociones que sienten estudiantes de primer año de profesorado de Matemática frente a distintas situaciones desencadenantes como resolver problemas, las pruebas parciales o el propio salón de clases. Para ello se adopta como marco conceptual la estructura cognitiva de las emociones (Ortony, Clore y Collins, 1988), llamada OCC por las iniciales de quienes la desarrollaron, y la idea de transgresión afectiva (Pieronkiewicz, 2015a) que consiste en identificar y derribar las barreras y obstáculos que impiden el aprendizaje de la matemática. Se realiza un abordaje cualitativo con aplicación de cuestionarios a trece estudiantes de primer año, considerando como fuente de evidencia el lenguaje escrito y entrevistas individuales orales audio grabadas a cinco de ellos. Este estudio muestra evidencias que distinguen las emociones positivas que sienten los estudiantes frente a distintas situaciones desencadenantes, como sentirse tranquilos, cómodos y a gusto, de las negativas que surgen frente a la no resolución de problemas o la obtención de calificaciones insuficientes en distintas pruebas, como nervios, frustración, decepción, tristeza. Varios estudios analizan las relaciones entre estas emociones negativas y el aprendizaje (Lewis, 2013; Di Martino y Sabena, 2011; Bekdemir, 2010; Gómez Chacón, 2000, Martínez Sierra y García González, 2017; García-González y Martínez-Sierra, 2016 y Pieronkiewicz, 2015a), en particular este trabajo se centra en la emoción decepción porque se entiende que puede vincularse con la posibilidad de transitar un proceso de transgresión afectiva. Se definen entonces categorías que relacionan la decepción que sienten los estudiantes frente a las distintas situaciones, con la variable {esfuerzo}. En este contexto, este estudio aporta un antecedente relacionado con la consideración de las emociones en el aprendizaje de la Matemática de futuros profesores y brinda información sobre las posibles respuestas emocionales que pueden bloquear dicho aprendizaje.