Desde el año 2014, en Uruguay se comenzó a impulsar un sistema de evaluación infantil con la finalidad de detectar tempranamente alteraciones en el desarrollo, que comprometen el futuro aprendizaje de la lectura. Esta modalidad de Evaluación Infantil Temprana (EIT) se aplica en preescolares de cuatro y cinco años y este diagnóstico precoz posibilita una intervención oportuna que acorta la brecha entre quienes aprenden a leer y quienes presentan dificultades para hacerlo, promoviéndose, de esta forma, una escuela más inclusora. El objetivo que se propuso el presente trabajo fue reconocer la relación que existe entre las acciones dirigidas al alumnado que ha demostrado en la primera aplicación de la prueba un desarrollo descendido y los resultados que obtienen en la segunda aplicación. Para poder alcanzarlo se indagó cómo implementan y valoran los y las docentes la propuesta de EIT y se describieron y analizaron las acciones que estos y estas docentes llevan adelante con preescolares de desarrollo descendido, para poder, a partir de allí, caracterizar el vínculo que existe entre las acciones realizadas y los resultados obtenidos en la segunda aplicación. Participaron cuatro docentes y sus grupos de 5 años y se utilizaron las técnicas de Entrevista, Observación no participante y Análisis documental. Los resultados evidenciaron que si bien se registraron algunas incorrecciones en la aplicación de la evaluación y escasas estrategias inclusivas; se pudo concluir que, en escenario de aplicación correcta, quien despliega acciones inclusivas que atienden los niveles de desarrollo descendido, es quien obtiene resultados superiores.