Presentación:La realización del Segundo Encuentro Nacional de Estudiantes de Español y la Jornada de Difusión «La lengua latina en la historia del español»de la Sala de Estudios Diacrónicos del Departamento de Español ha de valorarse desde dimensiones diversas. En primerísmo lugar debe destacarse el significado cultural de la propuesta que articula la lengua con la identidad sociocultural a través de una integración fundada del presente y la historia. Una mirada reflexivocrítica, indagadora que entrama la conciencia de hablante con los orígenes y sus proyecciones históricas contribuye a consolidar el sentido de pertenencia. Por otra parte, y complementariamente, se advierte la alternativa de ampliación interpretativa, de estímulo a la pluralidad conceptual que aporta el encuentro al acceder a otros modos de pensar o al repensar lo consagrado e instituido. No menos enjundiosa ha sido la praxis interdisciplinaria de los estudios postulados en este evento. Esta junción disciplinar de la lingüística, la historia, la literatura dan cuenta de la complejidad del objeto de estudio y la potencialidad para su abordaje que implica la colaboración disciplinar. La convergencia de instrumentales teóricos, conceptuales y metodológicos acicalan un resultado constituyente, novador. Desde otra perspectiva, debe asignarse un destacado reconocimiento a la integración como factor movilizador. La generación de estos espacios académicos interinstitucionales señalan la viabilidad del trabajo colectivo y funcionalmente nucleador. La formulación bien encuadrada de propuestas pertinentes regulan y arbitran proyectos de esta índole. El efecto sustantivo se evidencia en la prosecución como lo demuestra esta experiencia. La definición de propósitos, la amplitud de miras, el rigor metodológico son componentes que giran en torno a este carácter sustentable de espacios de integración institucional. Finalmente, ha de valuarse la interacción magnífica que representa la integración de docentes y estudiantes alternando sus trabajos en el marco de la investigación. Esta es también una dimensión clave en la formación docente. Precisamente, los estudiantes estudian investigando a la vez que exponen y se exponen con sus trabajos. Aprenden y se enseñan. Conjuntamente, el docente promueve desde sus paradigmas una mirada experta –no necesariamente validada– y que, por tanto, se pone en juego ante sus condiscípulos y pares profesionales. El componente complejo de investigar debe convertirse en proceso desde el punto de vista de su enseñanza. Las primeras simples indagaciones son pasos que alimentan el ciclo que deriva en acciones de compleja envergadura de creación de conocimientos. La experiencia del Segundo Encuentro Nacional de Estudiantes de Español es una señal que indica ese camino. Jorge NÁNDEZ BRITOS Director del Instituto de Profesores Artigas