En esta ponencia pretendemos enfrentarnos al hecho artístico, fundamentando su definición, como elemento de debate. Aproximarnos a enmarcar aquellos elementos que definen el conocimiento artístico general y disciplinar a partir de una performance y /o un video breve. En el análisis de dicho acto observaremos qué elementos aparecen como parte fundamental de la Educación Artística en las Áreas de Artes Visuales, Música y Expresión Corporal. Otorgamos al conocimiento artístico un lugar de construcción de sujetos y por ello el objetivo final es problematizar la Educación Artística tal cual se enseña hoy. Nos interesa sobre todo marcar un eje teórico que movilice las miradas, que permita aplicar las nuevas tendencias de Educación Artística y las nociones de Arte a los futuros maestros. Indagar sobre lo que importa que nuestros alumnos estudien y comprendan, acercarlos a los nuevos saberes. Los tres integrantes del equipo investigamos en aspectos vinculados a la construcción del sujeto y nos preguntamos si el educador de 2018 es el mismo de hace tres décadas atrás, si tiene las mismas necesidades reflexivas y si entiende el mundo desde la racionalidad cartesiana. Ponderar el lugar de la emoción en la reflexión y en la conceptualización es fundamental. Es dominio actual aprender a reflexionar desde otros lugares del saber: la sensibilidad, la aparente irracionalidad del pensamiento corporal, y el diálogo permanente con formas no editadas del saber pero que circulan en los pensamientos políticos, sociales, culturales y psicogeneradores de nuevos paradigmas. Diremos en principio siguiendo a Michel Maffesoli en su libro El instante eterno. El retorno de lo trágico en las sociedades posmodernas, que estamos pasando de un tiempo monocromo, asegurado, aquel del proyecto claro y lineal a un tiempo policromo, escapado del cómputo burgués, en absoluto utilitario y esencialmente presentista. Es un tiempo de sincretismos, tanto a nivel filosófico como religioso y por lo tanto estos sincretismos se aprecian en las artes. El sociólogo da una perspectiva novedosa respecto a las líneas de fuga que despiertan esos cambios en el análisis de obras de arte. A la hora de romper con los cánones de la Educación Artística como una tarea expresiva, nos interesa escuchar el lenguaje de los creadores que de algún modo visualizan una nueva construcción de qué enseñar y cómo hacerlo intentando provocar la reflexión de los estudiantes y poner en diálogo esas posturas que indudablemente están en tensión. Para poder entender la teoría de un acontecimiento artístico, proponemos comprender el acontecimiento. En el siglo XXI las obras preguntan, se presentan como “problema a resolver”. Por lo cual es necesario a veces conocer las nuevas estéticas para apreciar una obra de arte. Más allá de “todo lo supuestamente permitido” en el arte contemporáneo, en realidad lo que importa es partir de la base de que el arte necesita ser espíritu de su tiempo y que intrínsecamente tiene una gran complejidad semántica. Por lo tanto en nuestra ponencia ponemos en tela de juicio “los nuevos formatos curriculares” que entendemos no obedecen a estas necesidades y saberes.