El primer curso de programación resulta de particular dificultad para los estudiantes, pues es necesario adquirir destrezas de modelado de soluciones y el uso de patrones. El estudiante debe comprender y poner en práctica la sintaxis para una serie de sentencias que son las que permiten construir programas; relacionando las sentencias de tal modo que permiten resolver la semántica de un problema dado. Este trabajo presenta una experiencia en la cual se modifican programas dados por el docente de modo que es necesario que el estudiante re ordene las sentencias o haga pequeñas modificaciones para generar una semántica correcta. Se observa que los estudiantes se ven motivados en la actividad, sobre todo aquellos que tienen menor rendimiento académico. Al mismo tiempo se percibe que los conceptos fuertes asociados a la actividad son comprendidos por el estudiantes, motivado esto tal vez por la reducción de la dificultad en la sintaxis