Este texto está escrito por un educador y tiene como punto de partida múltiples prácticas educativas, casi siempre desarrolladas en espacios no tradicionales, en propuestas educativas que transcurren más allá de los espacios formales a la vez que muy relacionadas con ellos. Plantear el tema de la autoridad y generar un debate para seguir pensando y logrando que pasen cosas en nuestras propuestas educativas sociales, resulta muy rele‑ vante en el contexto actual. Sin embargo, tengo una intuición. Me da la impresión que justamente, autoridad, no es lo que abunda en nuestras actuales experiencias, o al menos, no se encuentra tal cual la esperamos. Y por momentos, quienes pretendemos llevar adelante prácticas educativas igualitarias, con un fin político emancipa‑ dor, parecemos encontrar en la idea de autoridad un contrasentido. Este breve artículo pretende hacer un recor‑ rido por algunas de las tensiones que nos plantea la autoridad hoy en el intento de reubicar este concepto, para nosotros imprescindible para que como adultos asumamos la responsabilidad que nos toca en toda relación educativa: recibir y hacer espacio al que llega.