Este texto retoma discusiones sobre la delimitación del rol del educador social en Uruguay, en su proceso histórico de construcción profesional, desde una mirada centrada en los cambios producidos en la formación. Al tratarse de una figura no tradicional que entra al campo de la educación, es preciso permanentemente explicitar sus funciones y su alcance como profesional, apareciendo esta discusión en forma permanente en las producciones escritas que repercuten, entre otras cosas, en decisiones acerca del currículo de formación de los educadores sociales. Esto permite analizar algunas concepciones en juego acerca de la práctica educativa y del papel de los educadores sociales en particular, pero que nosotros pretendemos inscribir en una discusión más general, es decir, acerca de la idea que tenemos como sociedad de la educación, lo que esperamos de ella y en particular, de los educadores y sus prácticas educativas.