Uno de los objetivos centrales del Plan Ceibal es promover la inclusión social aunque más no sea en el marco de un conjunto de políticas estatales con un fin similar. Transcurridos cuatro años de su implementación el balance al respecto es ambiguo. Si bien el Plan permitió el acceso masivo al uso de laptops por parte de niños pertenecientes a los sectores sociales más vulnerables se ha hecho evidente que también es estas franjas es donde se constatan los principales problemas (laptops fuera de uso por daños sufridos, por pérdida de los mismos, baja o nula utilización en el hogar, utilización de baja calidad en relación a los fines educativos planteados). Esta constatación ha vuelto imperativa la necesidad de profundizar en el concepto de brecha digital. De la idea ingenua que sustentó en un principio el Proyecto One Laptop Per Child (OLPC) a nivel internacional que centró su foco de atención en la mera conectividad (conectados – no conectados) se ha ido evolucionando a la percepción de que la brecha es también, tal como lo habían advertido en su momento numerosos cientistas sociales, una resultante de al menos tres factores gravitantes en los hogares de los educandos: capital económico, capital social y capital cultural, factores que además están fuertemente asociados entre sí. Pero aún adoptando esta nueva perspectiva si lo que se busca es una efectiva inclusión de los individuos en la sociedad de la información y la comunicación (SIC) el problema sigue sin estar resuelto porque la particular característica interactiva de las tecnologías basadas en banda ancha supone de parte de los usuarios una actitud proactiva con relación a la producción de contenidos. En su núcleo más duro la sociedad del conocimiento da cabida solamente a los productores de contenidos altamente cualificados más allá de la temática en sí de los contenidos o la localización geográfica de los productores. La presente ponencia se propone contribuir en la definición del concepto brecha digital a la luz tanto de la experiencia surgida de la aplicación del Plan Ceibal y otros similares en América Latina como de las diversas reflexiones teóricas generadas a partir del impacto de las nuevas tecnologías.